El mosaico lingüístico que eres
"En casa, me siento libre de hablar en árabe mezclado con palabras en francés e inglés, y me entiende todo el mundo. Cuando estoy en España, solo puedo hablar en español para que la gente pueda entenderme".
Esta afirmación y sus muchas variantes comparten el sentimiento de aquellos nacidos o que han crecido en un entorno plurilingüe cuando se enfrentan a la vida en un entorno o países monolingües. Esto quiere decir a menudo que nos encogemos para encajar.
Y ¿qué pobre es que tengamos que limitarnos a nosotros mismos a una caja cuando nuestro origen es un receptáculo multiforme de fluida riqueza?
¿Qué triste es que aquellos con solo un idioma limiten la abundancia de aquellos con más de una?
¿Qué arrogante es forzar su pequeñez sobre la grandeza del otro?
¿Te incomodan estas preguntas? Bien. Hablemos de ello. Exploremos qué hay ahí y cómo nos hace sentirnos incómodos. A nosotros. Porque yo también me sentí incómoda tecleando esas preguntas. Podía sentir cómo se me contraía el estómago cada vez que las releía, queriendo borrar el párrafo entero y suavizarlo.
Alguien me dijo una vez que si mi sueño se hiciera realidad, la gente dejaría de poder comunicarse. Mi sueño es la mezcla y fusión de los idiomas formada naturalmente, el esperanto orgánico. Y es que así como las células se dividen para fomentar el crecimiento para después fusionarse para posibilitar maduración, también los idiomas requieren de la fusión para posibilitar la maduración de la comunicación.
Mantener los idiomas en cajas organizadas y separadas es hacer de la comunicación algo insostenible. Ya hace mucho que pasaron los tiempos en que los países colonizadores creaban instituciones oficiales para mantener la estabilidad del idioma (Real Academia Española 1713, L’Académie Française, 1635, La Crusca, 1583) que se impondrían sobre los países colonizados.
Lo que se necesita ahora: Cambio de mentalidad. Dejar ir el antiguo paradigma para instalarnos en la acogida de la diversidad
¿Suena bien la afirmación mencionada arriba? Ok. Entonces, ¿cuál es el antiguo paradigma actual? ¿Qué es lo que tenemos que dejar atrás? ¿Qué mentalidad se filtra en nuestros objetivos lingüísticos, maneras de aprender y expectativas comunicativas?
La mentalidad europea imperial y colonial es a menudo la que tiene la culpa aquí.
El imperialismo y colonialismo europeo tenía como objetivo expandir el fundamento económico y de poder de las naciones europeas y reafirmar su superioridad. La afirmación y mantenimiento de la superioridad se base en la creencia de que aquello que es superior es puro, y debería ser mantenido así. También se basa en la subyugación y eliminación de aquello que se considera inferior e impuro. Bajo tales circunstancias, no es posible una fusión.
Mantener las cosas separadas por miedo a perder su pureza (léase mentalidad supremacista) solo crea fricción e impide el crecimiento (también conocido como evolución), lo cual es insostenible. supremacism mindset) only creates friction and stunts growth (aka. evolution), which is unsustainable.
¿Y qué pasa si confiamos?
¿Qué pasa si confiamos en que dejar ir la impureza e imperfección no nos llevará a la autodestrucción? (Intentar mantener esta supuesta pureza y perfección es lo que, de hecho, nos está llevando ahí, así que yo digo que intentemos algo diferente).
¿Qué pasa si confiamos en que expresar nuestra diversidad y origen y la mezcla de nuestra lengua materna con las no-nativas en las que nos comunicamos no entorpecerá la comunicación sino que la mejorará?
¿Y si confiamos?
Veo que lo opuesto del temor es la confianza. Confianza en ti mismo (autosuficiencia) y confianza en los demás (dejemos ir, por favor, estas maneras paternalistas de comunicación en las que nos contenemos para proteger los egos de otras personas o nos retorcemos de mil maneras para que los demás no lo tengan que hacer. Por favor, dejemos de tratar a los adultos como niños).
Confianza en uno mismo (Autosuficiencia)
Estás aprendiendo una lengua no nativa. Tú estás verdaderamente cumpliendo con tu parte para conectar con aquellos que hablen ese idioma. Estás cumpliendo con tu parte a la hora de entender la cultura o culturas de esa lengua, que es lo mismo que decir que te estás esforzando por entender y adaptarte a la cultura y maneras de la otra persona.
¿Deberías intentar sonar como un hablante "nativo" (más sobre la falacia del hablante nativo y sus raíces coloniales) y corregir tu acento, giros y elección de palabras hasta el extremo? O lo que es lo mismo, no dejar ver tu origen o lengua materna de ninguna manera. ¿Deberías intentar pasar como hablante "nativo" de una lengua de la que no eres nativo?
¿Cuál es el miedo? ¿Por qué la mentira? (Recuerda, las mentiras a menudo proceden del miedo a las consecuencias). Así que repito, ¿cuál es el miedo?
Una de mis mayores frustraciones a lo largo de los años esforzándome en mi inglés era que todavía sonaba española y que todavía, a veces, cometía errores (independientemente de si esos errores eran más un producto de la "lógica" de la lengua española o de mi falta de entendimiento de la regla inglesa). Quería ser más como algunas de mis amigas de habla germánica que eran capaces de fundirse con los lugareños de habla inglesa, siendo su nombre lo único que las delataba. Quería escapar de las expectativas que se me otorgaban por mi nombre y aspecto físico: "Los españoles hablan inglés mal". Quería hablar inglés "bien".
¿Ves? En aquellos tiempos, mi objetivo era usar el idioma de tal manera que me permitiera encajar más que comunicar para conectar.
No confiaba en mi habilidad para aguantar las consecuencias de exhibir mi identidad.
Confianza en los demás
No confiaba en que los demás me aceptarían, intentarían entenderme (y crecer a partir de la interacción).
Puse toda la carga sobre mí. No confiaba en los otros.
Además, había otra mentira de la que estaba convencida: si vives en otro país, debes hablar su idioma y adoptar su cultura. Tienes que adaptarte y encajar.
Los idiomas no son más que una herramienta para la comunicación. Y la comunicación es una responsabilidad compartida. Siempre.
Imagina que confiamos en que la mayoría de la gente se esforzará por entendernos, pasarán de nuestro acento y aceptarán nuevos vocablos o maneras de decir las cosas, porque esto significa comunicarse de la manera más sutil. En ese caso, podemos permitirnos mostrar nuestros patrones de vocabulario y selección de modismos, lo que incluye (o puede incluir) palabras en otro idioma que no sea el idioma escogido como común para esa interacción. Quiere decir que puedes inventar palabras alguna vez. Puedes crear giros de traducción directas de tu lengua materna (por ejemplo, el equivalente en español de "in for a penny, in for a pound" es "de perdidos al río", que se traduce directamente como "from lost to the river". ¿Y si usara la traducción directa en inglés de esta expresión y explicara si/cuando a otra persona me mirar con cara de póker?)
¿Y qué pasa si confiamos en que mostrar nuestros colores dejando que nuestra identidad se cuele por nuestra lengua meta (o lengua no nativa) no crearemos separación sino conexión?
Podemos dejar que los idiomas se conviertan en armas políticas, o podemos dejarlas que sean un puente. Esto es como decir que podemos dejar que los idiomas se conviertan en herramientas de separación o de conexión. Esta es nuestra elección.
Por supuesto, hay situaciones en las que las dinámicas de poder pueden implicar que debas hacer tu expresión más neutra y estándar para adaptarte a la otra persona que tiene poder sobre ti (por ejemplo, en una entrevista de trabajo). O puede que quieras, elegante y generosamente, hacer que la otra persona esté cómoda. Esto es precioso cuando eres tú quien realiza esta elección conscientemente: en este caso, tú tienes el poder. No lo olvides.
Pero, si sientes la imperiosa necesidad de expresarte auténticamente y quieres pertenecer de verdad y conectar más que hacer que los demás estén cómodos a expensas de tu autoestima, respeto por ti misma, empoderamiento personal y arraigo personal, entonces, este es el momento de empujar los límites de tu idioma no nativo abandonando la búsqueda de la perfección (también conocida como idioma estándar, o con otras palabras, intentar pasar por nativo), de no usar palabras de tu idioma nativo que tienen más sentido o uno más exacto que la opción que te ofrece tu lengua meta, etc...
Como educadora de idiomas, tengo una posición de influencia (todos los educadores y emprendedores la tenemos), así que te doy permiso para hablar TUS idiomas – todos.
Muestra tu origen con orgullo.